Favorece la unicidad y la integridad en el desarrollo de la personalidad, mediante un entramado permanente de conceptos, procedimientos y afectos.
Estimula la función estética de la inteligencia porque nos contacta con el mundo de la metáfora y la ficción y le da elementos para aprender a producir arte.
Desarrolla el pensamiento creativo porque permite encontrar códigos de comunicación propios y llegar a la autoexpresión a través de su pensamiento, su cuerpo, su voz y su acción, creando estéticamente situaciones que lleven a la reflexión, al dialogo y al debate constructivo.
Promueve la formación de escalas de valores porque inicia en el análisis de las actitudes y los modos de resolver conflictos desde los distintos roles que se juegan.
Ejercita en la toma de decisiones desde la propia perspectiva y enseña a advertir las consecuencias de las mismas.
Facilita la inserción en la sociedad porque el trabajo en grupo permite a los alumnos vivenciar la necesidad de organizarse y participar activamente para lograr resultaos, valorando el esfuerzo cooperativo.
Afianza la seguridad personal porque posibilita el descubrimiento de las propias habilidades y posibilidades al ponerlas en juego en la interacción lúdica.